Después del partido padres-hijos, el equipo culinario al mando de Gerardo y Javier se encargó de hacer una paella para las familias del club. En total 74 personas pudimos disfrutar de un arroz estupendo, a pesar de que la paella era para 50 raciones. La habilidad del maestro y de sus ayudantes hizo que todos alabaran el resultado.
No podemos dejar de mencionar tampoco al grupo logístico que montó mesas, bajó sillas y acondicionó el salón-garaje. Y por supuesto, las madres que aportaron las ensaladas, y una variedad de postres de gran calidad.
Próximo encuentro: la capea familiar en Castellote. Os esperamos el 23 de abril, si Dios quiere.
